Utopia Medieval
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 Reenecuentro

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Leviatan

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MensajeTema: Reenecuentro   Reenecuentro EmptyMar Feb 01, 2011 4:16 am

Entre el bosque eterno y los montes helados radica un pueblo de considerable tamaño, su economía y buen gobierno lo encaminaba mas y mas a convertirse en una ciudad pequeña. Construido sobre las ruinas de antiguos templos y basado su crecimiento en la agrícultura y ganadería pronto tendrían la suficiente población he influencia como para anunciar cambio social.

Algunos días habían pasado ya desde que Leviatan asesinara al último inquisidor en los los pueblos circundantes, su estrategia había consistido en mermar el poder (ya decadente) de la inquisición en los pueblos pequeños, cortando los recursos que estos suponían. A pesar de tratarse tan solo de guardias de avanzada en su totalidad se convertían en un punto estratégico que debía recuperarse si la organización deseaba seguir con vida. Y el recuperar un fuerte perdido implicaba movilizacion de tropas, inversion de recursos y tiempo. Leviatan había creado la ventana de acción que necesitaba, pero aún faltaba una última cosa.

Algo le había perturbado de su última conquista. Un viejo inquisidor de raza élfica había dicho algo que definió el destino que ahora tomaba. Justo antes de morir el elfo actuó como si le conociera de toda la vida, le aclaró que si deseaba tener éxito en su misión debía visitar este pueblo, mas aún, las ruinas sobre las cuales estaba construido, ahí encontraría el secreto de la inquisición, una organzación tan vieja como la memoria venida a menos por una serie de malas desiciones.

Leviatan había llegado al pueblo y se instalaba un la primera posada que hubo de ver en su camino no era muy ostontesa, parecía haber sido edificada tan solo para los transeuntes. Un especie de residencia de paso. Pero estaba bien, Leviatan tan solo deseaba descansar un poco antes de adentrarse en lo desconocido.

Se acercó al dependiente solicitando una habitación, un plato de comida caliente e hidromiel, seria una noche tranquila auguraban los sapientes. Miles de ideas cruzaban su cabeza, por primera vez en su vida estaba siguiendo una quimera, un rumor... algo voluble, pero algo dentro de el le impulsaba a seguir.

Apaciguo sus dudas con un profundo trago de hidromiel mientras esperaba su comida.
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Phoenix
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MensajeTema: Re: Reenecuentro   Reenecuentro EmptyVie Feb 04, 2011 2:33 am



“Las lágrimas se quiebran contra el suelo
Mi cielo está gris como mis sueños
Pobres sueños que son fantasmas
Y vagando van por mi locura
Un laberinto se eleva frente a mí
Una utopía se derrumba detrás.
Las nubes no permiten que vea
Al infinito de mis recuerdos
El dolor se ha perdido en el camino
¿Cuántas veces he debido buscarlo?


La tormenta se eleva desde el suelo
Los gritos se vuelven las canciones
El agua es salada en mi rostro
En mis manos sostengo tus mentiras
En mi corazón mora la nostalgia
El destino es duro y me castiga
Y sola respiro con fantasmas
Mi hogar ha sido demolido
Y no puedo recordar quien soy
Las nubes son más densas

Cruel laberinto, te has hecho mi casa
Las risas son el veneno del suelo
Donde florecen las rosas
Cuyos pétalos guardan llantos
Que en las noches me suelen arrullar
Y me vuelvo presa de fantasmas
Porque ya no puedo volar
Ya no podré sostener tu falsedad
Mi cordura debe ser asesinada
Mi locura debe ser glorificada
Soy un ángel caído, renegada tuya
dios que nada ve, mírame oscurecer.”

La canción que lleva persiguiéndome tantos días. Que cada noche se mantiene en mis sueños presente, que cada día me da un aura de amanecer oscuro, sin entender aun es que me encuentro. Sin entender el sentido de cada palabra. ¿Quién es la mujer que me acosa por días y noches, como si cada momento que ella viviera en mi mente fuera su única esperanza y en ocasiones su peor tormento, sin que ella se entere de lo mucho que me frustra, que me agobia a veces, muy a pesar de que la acepto como mi única guía hacia ese destino. Algo siempre me dijo, desde que volví a la vida, que esta voz femenina y abrumadora sería mi camino hacia mi verdadera vida. Hacia lo que estoy destinada a hacer. Mis manos se aferraban a la falda de pliegues y de tela algo transparente, color azul, con pedrería en las orillas, y en el dobladillo de las caderas.

Ropa:

Mientras que los caballos avanzaban y yo estaba montada en una de las carretas donde venían las mujeres de la caravana. Suspire entonces inevitablemente pensando en lo mucho que podría a veces desesperarme el no saber con certeza que me esperaba o que debía hacer, o donde exactamente debería estar. Abrí los ojos para mirar cuando entrábamos a una ciudad no muy grande, que habían decidido arribar la caravana por un tiempo pues era independiente, agricultora y con economía estable, lo cual haría que nosotros pudiéramos permanecer un par de meses. Había algo de gente, y no era tan tarde pero al parecer las personas estaban terminando sus trabajos y tareas de hogar. Campos de hortalizas por algunos lados, ganado, molinos, mucha autosuficiencia se iba notando en los roncones.

Nos detuvimos en un arreo de caballos, donde dejaron a cuidado los nuestros, y mientras conseguían donde hospedarnos a precio considerable y con los servicios básicos. Por suerte había una casa de huéspedes de una mujer mayor, que nos recibió por precio bajo y con algunas reglas, pero nada que nos molestara, yo entonces me fui con dos de las gitanas, Desire y Tiaré. Con ambas iba charlando, cosas triviales en realidad, ellas solían ser demasiado vanidosas, lo que me recordaba a Inuwel. Y sonreí ante la imagen de aquella guapa gitana, la misma que si no hubiera estado ahí, nunca pudiera salvarme de un cruel destino. Anduvimos recorriendo la ciudadela, compraron ellas un par de prendas de vestir y entramos a la posada de vuelta, donde la hora de la cena había empezado al parecer. Pasamos en medio de poca gente en realidad y de todo tipo. Eso era lógico ya que en su mayoría como nosotros eran extranjeros.

Nos sentamos en la mesa donde el resto de la caravana nos había esperado, eran todos hombres, de hecho solo cinco, y nosotras tres mujeres, tomando asiento pedí un zumo, ellos ya habían pedido la comida para todos y esperábamos a que nos sirvieran la comida. En eso estábamos cuando los chistes empezaron, y las risas no se hacían esperar, mientras que yo les había hecho caso hasta que mis pensamientos se fueron desviando lentamente hacia mis recuerdos no propios, esos que tuve en mis sueños. Esos días de muerte y de resurrección. Si, en eso estaba… sumergida en los mares de pensamientos turbios, donde nada es claro, nada es preciso y todo resulta un enigma solo para mí, no obstante nunca serian impedimento para encontrar las respuestas que necesito.

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Leviatan

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MensajeTema: Re: Reenecuentro   Reenecuentro EmptyLun Feb 07, 2011 5:44 am

Cavilaba en lo que había venido a hacer y el como lo haría, estaba en el lugar indicado, sin embargo estaba perdido, no sabía por donde comenzar, sabía que debía buscar algo en las ruinas antiguas de aquel pueblo, pero no sabía a ciencia cierta si se trataba de un lugar especifico, o si existían mas de un lugar con las caracteristicas mencionadas. Debía dedicar uno o dos días a obtener información, conocer el estado actual de la ciudad, podía darse el caso que se viera metido en un embrollo por andar deambulando en lugares sin previo aviso. En fin, debía realizar un trabajo de inteligencia sencillo pero eficaz.
En todo eso pensaba cuando observo bajar de las habitaciones superiores a un grupo de personas, todas vestían de una manera colorida, sus rostros denotaban despreocupación, e inclusive alegría. Rompieron de inmediato el estado en el que se encontraba la posada, transformándolo en torno a ellos. Era el tipo de cosas que interesaban a Leviatan, le causaba curiosidad la forma en que los individuos se comportaban ante distintas situaciones, ahora había varios ojos posados en aquel grupo, las miradas se intensificaron cuando entraron a la posada tres jovenes, todas ellas vestidas de forma similar.

Leviatan reconocía el estilo, alguna vez había visto a un grupo de nómadas semejantes a ellos. Las mujeres mostraban su vientre mientras colgaban de sus brazos extensiones de sus blusas, bastante curioso a decir verdad. El hecho es que las mujeres eran muy bellas su cuerpo exquisito y andar cadencioso cautivaron a todos los hombres presentes, sin embargo parecía no importarle a nadie.
La cena transcurrió sin mayor relevancia, la comida era mas o menos buena, por el precio era aceptable. Leviatan se encontraba tomando los últimos sorbos de su café. La posada estaba ya casi vacía, solo quedaban dos hombres charlando animosamente en la barra, el grupo de gitanos y Leviatan.

Era todo, se levantó de la mesa comenzó su retirada, al pasar por aquel grupo de gitanos algo le sorpendió, fue durante apenas un segundo, sin embargo durante ese segundo miles de pensamientos vinieron a su mente, todos caóticos y sin sentido. Aquello que hubo de agitar su mente con tanta behemencia fue una simple mirada, sin desearlo la observó, era hermosa como ninguna, sí, pero no era eso lo que le llamó la atención, si no esos ojos... de súbito trató de ubicarla, le atacó la sensación de que la había visto en algun lugar, en otro tiempo tal vez, ¿Le recordaba a alguien de su tierra natal?. El cuentro visual no duro mas de un segundo, pero fue suficiente como para dejar pensando al Lord... estaría hasta entrada la noche tratando de ubicarla, sabía que la conocía...
No muy lejos de ahí, en el centro del pueblo, un grupo de hombres armados dialogan con la autoridad local, no parecen estar de buen humor.
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MensajeTema: Re: Reenecuentro   Reenecuentro EmptyDom Feb 13, 2011 6:20 am

El tiempo en muchas ocasiones puede resultar el verdugo de nuestras decisiones, pero ahora mismo a mí me resultaba placenteramente lento, mientras las charlas iban aumentando y poco a poco en mi mente la voz de la mujer se iba acallando despacio. Era un elixir relajante el hecho de descansar un poco de sus comentarios, siempre analizando todo, siempre queriendo que yo vea lo que ella nota, aunque… ¿quizá era mi propio subconsciente el que me creaba una voz interna? No lo creo, es decir… ella apareció cuando hube resucitado y de hecho… esa diosa me lo dijo. Ella fue. Aunque nunca me entere de su identidad… la diosa solo me dijo lo que quiso sin darme mucha oportunidad de saber su nombre.

Pero en fin, como tanto que pienso, me fui introduciendo a la charla, hasta que la comida fue servida y comenzamos a darnos gusto, ellos bebiendo cerveza como si la vida se les fuera en cada trago. Era algo gracioso, aunque nunca suelen pasar las copas y quedar en estado deplorable. Mientras una de las mujeres de la caravana me contaba sobre que en la noche montáramos un pequeño espectáculo de danza, mientras ellos tocaran sus instrumentos, como solemos hacer para ganar algunas monedas honradamente.

No era mala idea, llegar y ganar algo además siempre resulta una actividad divertida, alegramos algo a la gente, niños bailando y aplaudiendo, esas cosas que a una bailarina nos hace sentir halagadas. Asentí entonces a su propuesta para esta noche y continuamos comiendo, cuando habíamos terminado en realidad nos quedamos un poco mas de tiempo a seguirle la charla, banalidades en realidad, aunque uno de ellos pensaba que si Tiaré se pusiera a leer las cartas, también habría dinero extra. Mucha gente por las actividades que llevamos en nuestras vidas nómadas, nos critican o clasifican como haraganes, cuando la realidad es que como todos trabajamos, de manera libre e independiente, pero lo hacemos. Y contribuimos como todos a la circulación de economía. Así de sencillo es.

Como íbamos entonces, cuando la posada estaba quedando ya vacía, nuestras voces se escuchaban más claramente, no había el entremezclo de gritos y risas del resto de la gente que habían abandonado ya el lugar, y hasta nos sentíamos mas cómodos ahí dentro. Cuando me descuide un poco de la charla pasaba frente a nosotros un hombre, alto, y de cabello oscuro en esos rizos acariciables. Pero cuando pude verle mejor, a los ojos, y su mirada se cruzo por la mía, pude notar el oro liquido en sus ojos, y fue curioso, porque el tenia una rara expresión fugaz de sorpresa o algo parecido. Pero entonces el grito de la mujer…

”Es él, es el guerrero de la mazmorra, esta aquí…”

Pero entonces su voz se desvanecía, y guardo un silencio como si pensara las cosas antes de que yo desviara la mirada por la distracción. Y el hombre se iba esfumando. Y de nuevo yo entonces, pensaba que esto era una obra del destino. ¿Quién era él? En otra situación no me habría importado en lo más mínimo su identidad, pero saber que ella se había alterado tanto… ahí había algo más. Y yo definitivamente no dejaré ningún cabo suelto en mi camino hacia lo que esta esperándome, o como dice tanto la mujer.

Lo que esta más allá.

Pero entonces nos levantamos todos, para comenzar a encaminarnos a algún espacio donde se pudiera dar el show de la danza, salimos de la posada habiendo pagado la comida, aunque nos quedaríamos a dormir ahí mismo. y mientras caminábamos veíamos que había poca gente en las calles, quizá dar el espectáculo esa noche no seria buena idea, mejor entonces la siguiente noche pero nos llamo la atención que en la entrada de la ciudad había algo de gente, hablando, guardias supuse… pero pasamos de ello y volvimos a un espacio libre, donde unas bancas rusticas de piedra estaban cerca de un pozo, gran pozo. Y ellos se habían sentado, querían continuar algo del convivio pero yo estaba cansada así que me retire a la posada, donde subí las escaleras y fui a la habitación donde dormiríamos, pero aun en el pasillo me quede parada cerca de la puerta. Escuchándola cantar esa cancioncilla de nuevo…

¿Cuánto falta para saber mi destino?

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Leviatan

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MensajeTema: Re: Reenecuentro   Reenecuentro EmptyLun Feb 21, 2011 10:31 am

Los guardias de la ciudad comenzaban a agitarse, así como los hombres con los que hablaban. Estaban a punto de desenvainar aceros cuando un hombre apareció. Vestía una túnica de color blanco, sus mangas eran holgadas y en el pecho portaba una preciosa cruz carmesí bordada, el horizontal cruzaba su pecho en su totalidad terminando en punta de diamante, el vertical cruzaba toda la prenda hasta terminar las faldas. Aparentaba unos cincuenta o sesenta años, su calva le hacia ver mas viejo de lo que realmente era. Sonriendo se acerco a la autoridad local y les solicitó de forma amable hablar con su capitán. Los guardias se sorprendieron ante el cambio de maneras, y sin entender bien por que le obedecieron.
La platica con el capitán de la guardia armada no duró mucho, apenas cinco minutos, después de eso el capitan regresó con sus hombres dándoles instrucciones claras. Llegarían a la ciudad diez hombres, quince en total, tendrían libertad de actuar, libertad absoluta siempre que no interfieran con los nobles de la ciudad. Al parecer aquel hombre de la túnica blanca tenía métodos bastantes persuasivos de convencer a las personas. Así pues los hombres entraron a la ciudad con un objetivo bastante claro.
Mientras tanto en la posada Phoenix yacía aún en el pasillo cavilando dentro de su propio mundo, la señora encargada de la limpieza se sorprendió al verla ahí parada a aquellas horas, sin embargo no le molestó en lo absoluto, regresó sobre sus pasos, habría de limpiar el pasillo después. Al bajar las escaleras observó que tres hombres hablaban con el dependiente, eran hombres armados, portaban ropas similares entre ellos, debía ser algún uniforme. El dependiente tan solo negaba con la cabeza, hasta que uno de ellos hubo de desesperarse y tomándolo por la camisa lo amenazó con una daga.
- E... Estan arriba... habitación tres y seis.-
Los guerreros parecieron agradecerle, o tal vez fue una expresión mas parecida a "mas te valía". Se encaminaron a las escaleras mientras la señora se apartaba asustada, su reacción fue brusca por lo que tiró el balde con agua que portaba. Los hombres ni siquiera la voltearon a ver, siguieron su camino hasta quedar frente a la joven que aún continuaba en el pasillo. No dudaron ni un segundo, sus ropas llamaron tanto su atención que hubieron de suponer que se trataba de uno de sus objetivos.
- Venimos en nombre de la Inquisición, intercesora ante los dioses primigenios, y juez de aquellos que andan sobre su creación. Acompañenos por favor, debemos hacerle unas preguntas, no demoraremos nada...claro, si usted es inocente.-
¿Inocente de que?, no lo sabía, podría seguir el juego y acceder a acompañarles, o podría reusarse y apelar a su suerte en contra de tres hombres armados, una encrucijada súbite e interesante, ¿Que era lo que realmente deseaban?. Antes de que la joven respondiera aquel que había hablado en primera instancia se dirigió a los demás.


-Busquen la habitación tres, ya saben de que hacer.-
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MensajeTema: Re: Reenecuentro   Reenecuentro EmptyMiér Feb 23, 2011 7:07 am

Había decaído en un profundo lago de pensamientos que solo me estaban dirigiendo, actualmente, a una persona en concreto. De quien no sabía absolutamente nada, bueno, sabia si a caso que era una clave para todo, si esa mujer se había vuelto tan abrumada al verlo, tenía que estar en su pasado. Y eso era clave de mi futuro. Ironías de la vida… mis ojos vagaron por el pasillo oscuro y pensaba si estaría en alguna de las habitaciones… pero ¿Qué haría si lo tengo en frente? Saludarlo y preguntarle si sabe quien es la mujer en mi cabeza… claro, eso podría resultar en que piense que estoy loca, o quizá no. pero no puedo tomar malas decisiones con estas cosas, esto que están crucial en mi vida.

Me mordí el labio y pensé que no iba a lograr nada si no me atrevía a ello, si no arriesgo nada no puedo ganar nada tampoco. Y me estaba extrañando que me preocupara tanto eso. Una cosa siempre lleva a otra y cuando me di cuenta estaba pensando otra vez en esa cancioncilla de la mujer. De quien por cierto… jamás me detengo mucho a charlar con ella, ni si quiera le he preguntado su nombre. Me dio un latido de culpa, es que ella ya era parte de mi y no tenia mucha idea de su identidad.

-Vishous, es mi nombre… tardaste mucho en preguntártelo.

Ahí estaba ella, tan puntual, tan oportuna. Sonreí de medio lado.

“Creo que aun me había costado trabajo acostumbrarme a tu presencia…”

Me interrumpió el sonido de los pasos que me hicieron mirar hacia ahí, yo mire hacia esos hombres con curiosidad, su ropa era poco común y parecían pertenecer a algo como una organización o similar. Me di un par de pasos hacia atrás mirándolos de pies a cabeza y lo escuché decirme eso… no me daban buena espina. Inocente… ¿inocente de que? Entrecerré mis ojos y asentí despacio…

-Yo no me voy a ningún lado, señores, a menos que me informen de que se trata este “interrogatorio” al que quieren someterme…

Pero al nombrar la habitación, de quien no sabia quien estaba ahí, me extrañe, pues ¿a quien querían o buscaban?
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MensajeTema: Re: Reenecuentro   Reenecuentro EmptyJue Mar 10, 2011 4:42 am

Leviatan era un hombre de sueño ligero, aún antes de haber llegado a aquel territorio hostil podía reaccionar rápidamente ante cualquier situación aún después de ser sorprendido mientras dormía. Sin embargo aquella noche se enfrentaría a enemigos distintos. Con habilidad singulares, las cuales si bien no le impresionaron le tomaron por sorpresa. La Inquisición se había puesto seria por fin, había enviado equipos especiales a localizarle. LLevaba ya algunos meses mermandola de a poco y habían decidido ponerle un alto. El único detalle es que el trabajo de Leviatan se basaba en el sigilo, en sembrar duda y crear psicosis, rara vez realizaba enfrentamientos físicos, hasta la fecha había asesinado a cuatro inquisidores eliminando la influencia de la organización en el norte de Khardam. De tal manera que le fue respondido tal acto un despliegue similar.

Aquellos hombres pasaron de largo a la hermosa gitana, sin siquiera voltear a verla, como si no existiese, no les importaba si ella les atacaba por la espalda, confiaban plenamente en sus compañeros. Al llegar a la habitación, la cual se encontraba unos diez metros mas adelante, uno de ellos actuó. Coloco la palma de su mano en la puerta y cerrando sus ojos recitó en un idioma arcano una oración. A simple vista no ocurría nada, sin embargo en el interior de la habitación el silencio había reinado. Un poderoso hechizo de vacío había eliminado cualquier sonido en el interior de la habitación. Acto seguido derribaron la puerta de una poderosa patada y entraron prestos a localizar a su objetivo.

Lo primero que observaron fue su equipo a un lado de la cama, una armadura pesada, una espada mandoble y una cota de malla. Era un guerrero sin duda. Su misión era sencilla ubicar a los posibles culpables y llevarlos ante su maestro. Se acercaron pues a Leviatan, y nuevamente aquel hombre de ojos dorados comenzó a recitar palabras extrañas. Sin embargo algo no iba del todo bien...

Fuera del pasillo una sonrisa se dibujaba en el entrevistador de la gitana.

- Es mera formalidad mi señora, hemos tenido reportes de ciertas conductas intolerables en la zona y es usted una de las sospechosas, mas que nada por ser ajenas a esta zona. Estoy totalmente seguro que es inocente y este mal rato tan solo durara unos minutos.-

Su voz era calma, sin embargo había algo en su mirada que desvirtuaba cualquier atisbo de genuina sinceridad. A su espalda estaba otro hombre el cual menos paciente que su amigo acariciaba el mango de su espada, si ella no cedía por medio del diálogo la tomaría de los cabellos y la llevaría a rastras frente al maestre.
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MensajeTema: Re: Reenecuentro   Reenecuentro EmptyDom Mar 20, 2011 1:15 am

Si bien en la vida podemos tener muchas emociones según lo que enfrentamos, en ese momento y muy a pesar de que eran realmente intimidantes esos hombres, lejos de tener miedo estaba encerrada en pensar las cosas que Vishous me decía, y claro, en como desafinarme de esos tipos. Que no me estaban inspirando confianza por una sencilla razón, su insistencia y sus miradas.

Uno de ellos, al que le ordenaron ir por la persona en la habitación, paso de largo como si nada más existiera y después de eso solo escuche el abrirse la puerta pero me quede observando a quien me había hablado primero. No pensé que pudiera escapar estando dentro de la posada pero si yo salía de ella… podría irme. De alguna manera escaparía pero ahí en ese pasillo estaba acorralada. Y temía lo peor si continuaba en su contra.

-No me parece que tenga que ser interrogada, pero accederé con la condición de que sea en la posada. Si no, ni pensarlo.

Estaba conciente de que podría no salir bien, no conocía a estas personas pero mas que nada no recordaba haberlos visto antes por la ciudadela, cosa que aumentaba el misterio en el ambiente sumando que no tenia idea de que buscaban y si tenia yo algo que ver con eso… no habría razón pero entonces me sobrevino el recuerdo de mis amigos, ellos estarían ahí afuera… o al menos es quería creer porque si estos hombres me juzgaban por la apariencia entonces mis compañeros de viaje serian probablemente juzgados de la misma manera. Puesto que somos de la misma etnia.

Mi respiración entonces era irregular y algo estresada por esta situación tan misteriosa, al menos para mi, mis manos jugaban con la tela de la falda y miraba yo hacia todas direcciones, el pasillo, la ropa de los hombres, el suelo, las paredes de piedra, incluso el techo, no tenia la menor idea de cómo podría salir de aquí, me estaba comenzando carcomer el miedo de estar sola. Y la sensación de que nadie me escucharía si me hicieran algo… esa sensación no se esfumaba.

Di un par de aspiraciones profundas que bien pudieron parecer mas un suspiro, me acaricie la barbilla y ladee una sonrisa de cortesía pero estaban mis ojos expresando una ardua seriedad.

-¿Y bien señores?
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