Utopia Medieval
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.


FORO CERRADO. comentarios y aclaraciones thunderstruck@hispavista.com
 
ÍndicePortalÚltimas imágenesRegistrarseConectarse


Guia rápida
Reglas del Foro
Ayuda al usuario
Registro de avatares
Crea tu ficha
Aventuras disponibles
Razas
Compendios de Habildades
Afiliaciones

El caso imposible Afiliadoselite El caso imposible Comunesl
El caso imposible Derechos El contenido de este foro esta bajo registro de derechos, cualquier uso de este sin autorización del completo staff administrativo del foro esta prohibido, así mismo las creaciones de cada usuario son propias de ellos y queda prohibido hacer uso de estas obras particulares sin autorizacion del autor. El foro se reserva el derecho de admision.

 

 El caso imposible

Ir abajo 
AutorMensaje
Theurus Ningel

Theurus Ningel


Cantidad de envíos : 643
Fecha de inscripción : 20/03/2009

El caso imposible Empty
MensajeTema: El caso imposible   El caso imposible EmptyLun Jun 22, 2009 4:27 pm

Aqui pongo una historia que esta todavía no he terminado:

El caso imposible.

Parte I

La alarma sonó su habitual zumbido llenaba el ambiente con su “voz”.
—Otra vez…—dijo un hombre maduro tirado en una diminuta y rota cama, enredado entre sus sabanas— estos inútiles policías, parece que no pueden respirar sin mí.
Se levanto lentamente. Por la ventana, junto a su cama, se asomaba tímidamente la luna entre las persianas. Dejó que el aparato sonara un rato para ver si dejaba de sonar el celular, pero no fue así, por lo que decidió contestar.
—Bueno —dijo con voz soñolienta— ¿Por qué no hablan a esta hora?¿Que es tan importante?
—Señor se le solicitan sus servicios—dijo una voz de mujer por ese aparato— Hubo un homicidio, se requiere su presencia en la escena del crimen.
—Carmen, cariño—dijo con voz burlona— ¿si ya esta muerto…no me podrías llamar mañana? Ahora es de madrugada…
—No bromees Hector, perdón, detective Pérez— dijo la mujer algo avergonzada— el comandante te solicita espacialmente. Es en la colonia del Rio en los almacenes abandonados, el número 8.
—Muy bien, ahí estaré— dijo Hector bastante fastidiado—llegare en media hora.
No estaba de humor para ir, había bebido la noche anterior (si se podría que anterior ya que no había ni dormido dos horas). Hizo algo de tiempo y miró a su alrededor, ese apartamento era un basurero, tapiz decolorado y roto, muebles viejos roídos y polvorosos, ropa sucia tirada por todas partes, tazas y platos sucios sobre la mesa y en el lavabo, cucarachas corriendo por el piso; además este consistía en un solo cuarto chico con estufa y fregadero, y un pequeño baño en el que apenas cabía…En fin, era todo lo que podía pagar, su reciente divorcio lo había dejado en la ruina tanto económica como emocionalmente, tampoco es que halla tenido mucho dinero antes que eso. Tomó unos pantalones y una camisa de los que estaban en el suelo, se los puso junto con unos zapatos de vestir, agarro las llaves de la mesa y se fue.

Bajó las escaleras y entró a su coche, un “bocho” de color café algo decolorado, subió en el y pegó la alarma arriba en el techo del auto.

El sonido de la sirena retumbaba en las calles casi vacías mientras se dirigía al lugar de los hechos. Pensaba en lo horrible que era su trabajo, ver los cadáveres era lo mas terrible, uno nunca se acostumbra…y menos cuando cada vez parecen volverse mas horripilantes; pero también estaba el otro aspecto… la corrupción, que cada vez es mas evidente, sin contar la falta de equipo, la ineficiencia e ineficacia de sus colegas, la carencia de fondos y de buen sueldo, lo hacía aun peor…pero la satisfacción al atrapar a esos monstruos (aunque después salgan libres) era tan satisfactorio que valía la pena.
Por fin llegó, el ambiente era algo tétrico (además de que llovía), esas bodegas habían servido como almacenes de carne, pero la empresa quebró (como muchas otras en ese tiempo) y las dejaron así con todo lo que tenían, después las ratas hicieron su festín y después los vagabundos, y al final las pandillas, aunque por algún motivo no se habían reportado mas delitos en esa parte(antes nombrada el nido de ratas, como razones obvias) hasta ese día (o noche como se vea).

Vio a unas patrullas y unos policías entrevistando gente, también noto al equipo de forenses investigando y sacando toda la información posible del lugar. Unos agentes lo detuvieron cuando estaba apunto de entrar, pero mostró su placa y lo dejaron pasar. Una vez adentro pudo ver todo el panorama, nunca había visto nada igual, se quedó atónito mientras observaba todos los detalles. El almacén tenía el piso desquebrajado, había sangre que manchaba por doquier, había quemaduras en el piso, el techo y las paredes, además de puños y pies marcadas en ambas y graffiti en las ultimas.
— ¡¿Qué demonios es esto?! — gritó tan fuerte que llamó la atención de todos.

Parte II

Todos se quedaron mirándolo un rato, hasta que una mujer algo entrada en años se acerco a el y le dijo:
—Usted debe ser el detective Pérez, mi nombre es María de la Rosa, venga le mostrare a la victima—y le hizo una seña de que la siguiera.

Caminaron por las instalaciones, él no dejaba de ver las paredes manchadas de sangre fresca, el piso desquebrajado, las luces tintineantes…entonces se le vino a la mente una pregunta ¿Por qué las luces tintineaban?, era un edificio abandonado, entonces ¿Por qué tenía electricidad?, ¿de donde la sacaba?, ¿Cómo nadie se había dado cuenta de ese detalle? El ambiente era tenso, hacía ya mucho que no le tocaba un caso como este y las personas a su se veían consternadas, no había habido muertes en ese lugas(ni si quiera crímenes) desde la misteriosa desaparición de las pandillas “Clan 17” y la “Los Locos”(eran unos verdaderos canallas, ladrones asesinos, violadores, drogadictos, etc)… de un día para otro solo desaparecieron sin dejar rastros(ni sus familiares los habían vuelto a ver) y era precisamente ese caso uno de los pocos casos que no pudo resolver…Notó los típicos graffiti de esas bandas y la sangre…pero había algo mas…aparte de eso el lugar estaba relativamente limpio, sin polvo, sin basura…sin ratas muertas, nada.

En eso pensaba cuando ella le dijo:
—Aquí esta el cadáver, mujer mestiza sin identificaciones de entre 16 y 21 años, múltiples quemaduras, señales de lucha en sus brazos, hasta ahora sin indicios de violación, causa de la muerte desconocida. Es toda la información que he podido sacar, por lo menos hasta la autopsia—cuando hablaba lo hacía con una voz fría e indiferente de una manera tal que hasta resultaba incomodo.
— ¿Cuál es el arma?, ¿una navaja, o a mano limpia quizás? —dijo el detective algo impaciente por saber el resultado mientras metían el cuerpo en una bolsa negra.
El ya había estado en escenas del crimen antes, y siendo sinceros, había visto cuerpos en perores condiciones que este (si acaso lo inusual estaba en la escena en sí, no en el cuerpo...) por lo menos tenía ropa y no estaba descompuesta… era el ambiente en general el que le causaba una impresión terrible, de que algo no estaba bien…además, afuera la tormenta estaba en lo mas fuerte… pero también el olor a sangre y a… ¿quemado?, ese olor le pareció inusualmente familiar, le recordó a un caso poco importante, un accidente en el cual unos cables de alta tensión cayeron por la calle de un vecindario y un desafortunado individuo (posiblemente algo despistado) los piso, era exactamente el mismo olor. Vio que se estaban llevando el cuerpo y les pidió ver el cuerpo otra vez…no se rehusaron, abrieron la bolsa y pudo notar que el olor era muy fuerte, la cara, los cabellos, entre otros detalles eran idénticos a los que el recordaba y notó otra cosa mas, en el pecho tenía una quemadura algo grande… ¿Murió electrocutada?, ¿Cómo?, si era homicidio, ¿Por qué estaba electrocutada? ¿la habrían torturado con electricidad y se les paso la mano?, poco probable…aunque posible…o ¿le cayó un trueno?, menos probable aún, aunque tendría algo de gracia ¿no?, sobrevivir a unos atacantes y morir por un rayo…la verdad es que lo ignoraba; otra cosa, por lo que sabía de es lugar (y no era poco) estaba infestado de ratas…¿Por qué el cadáver no tenía mordidas?, estaba metido en sus razonamientos cuando de repente uno de los tipos de traje (los que llevaban el cuerpo) le dijo:
—Disculpe señor, ¿ya acabo?, necesitamos llevárnoslo —lo dijo en un tonó amable y cortés.
—Si, esta bien, lléveselo— Contesto mientras pensaba en todas las preguntas.
— ¿Notó algo interesante detective? — dijo la forense algo intrigada por la petición de abrir la bolsa.
— Tengo algunas sospechas… déme el informe cuando halla terminado la autopsia— dijo en forma pensativa, como no queriendo contestar.
Miró con atención el lugar en donde estaba antes la difunta, alguien había hecho un circulo con su sangre; algo chico, del tamaño de la palma de la mano; tenía un símbolo extraño con una forma de pentagono, pero… ¿adornado?, no hallaba otra descripción, ¿se trataba entonces de una secta?, ¿Era ese un ritual satánico, o solo una distracción?, talvez estaba divagando demasiado, este caso le parecía…interesante, a esta altura le habían tocado pocos (si es que alguno) así. De repente, mientras se acercaba a la puerta de salida, se escucharon tumultos, gritos y “flachasos”.
—Ya llegaron los buitres—pensó para sí.
Lo que esperaba (aunque no deseaba), detrás de la línea de “no pasar” un grupo de personas, reporteros con sus micrófonos, camarógrafos con sus cámaras, camionetas de televisión, todas tratando de sacar las mejores imágenes.

Cuando por fin salió un montón de esos “buitres”(reporteros) se acercaron con sus respectivos micrófonos y le hacían toda clase de preguntas: ¿Quién murió?, ¿están implicados los pandilleros?, ¿Esta implicada la mafia en esto? Y todas esas cosas que suelen preguntar y solo respondió: — Sin comentarios— en un tono frío y seco. Hecho se acerco a uno de los oficiales y le dio instrucciones claras de no dejar entrar a nadie mas que al equipo de forenses y a él (aunque en el fondo sabía que las fotos saldrían publicadas en las revistas mas amarillistas con alguna historia absurda y/o incoherente) y le pidió le avisaran cuando todos los informes estuvieran listos.

Sacó de su pantalón una pequeño cuaderno(que siempre lleva consigo) y bajo el techo del edificio(evitando así mojarse con la lluvia, cada vez mas leve) empezó a anotar todas sus preguntas e impresiones (esto le había sido de incalculable valor en otros casos ya que a veces uno nota algo al principio que, aunque insignificante en un inicio, puede resultar en una pista definitiva hacia el final…y en realidad, el buen Hector no tiene tan buena memoria). Decidió que después de hacer esto se iría a su apartamento a dormir para afrontar en mejores condiciones este misterioso caso, ya que el equipo tardaría unas horas y sería mejor continuar una vez ya resuelto todo el papeleo. Se acerco a su coche y noto a una bella joven de unos 18 años que rápidamente le dio un sobre y antes de que pudiera decir algo, se fue, tan rápido como llegó.

El detective entró en su pequeño automóvil y prendió la luz del techo, para poder leer. Abrió con cuidado el sobre, dentro había una carta que decía:”Tengo información importante, véame en la calle Olmos #2845 col. Pinos a las 6:00 a.m.”
En otras circunstancias hubiera pensado que se trataba de una broma, de no ser por lo extraño del caso y que justo abajo estaba el símbolo que había visto antes, pero tachado y con otros cuatro mas igual de extraños…miró su reloj 5:30 a.m.
—Demonios, ya no pude dormir—dijo molesto mientras recargaba su cabeza en el volante del coche.
Volver arriba Ir abajo
Theurus Ningel

Theurus Ningel


Cantidad de envíos : 643
Fecha de inscripción : 20/03/2009

El caso imposible Empty
MensajeTema: Re: El caso imposible   El caso imposible EmptyMar Jul 21, 2009 6:58 pm

Parte III

Levantó la cabeza, miró su reloj, eran las 5:45. Al parecer se había quedado dormido unos cuantos minutos. La lluvia había cesado, la calma reinaba en las calles vacías y oscuras que rodeaban su auto, los reporteros junto con los equipos de filmación de seguro se habían ido ya y todo era silencio.

Tomó una decisión, iría a ver el lugar que la carta decía, sabía que podría ser una trampa y en su condición (cansado, casi desmayándose) sería un blanco fácil…pero decidió confiar en su instinto y de todas maneras ir. Miro otra vez la dirección y empezó a conducir rumbo a aquel lugar. Mientras conducía notó que el tráfico aumentaba hasta ser un embotellamiento en las avenidas mas concurridas, para el que era una persona que prefería dormir hasta tarde tal “espectáculo” le sorprendía y desesperaba.

Tardo un buen rato en dar con el lugar (en parte por el tráfico, en parte porque no conocía el vecindario y se perdió un par de veces) llegó a un sitio muy particular…Era una simple cafetería, justo en la esquina de la cuadra, estaba adornado de manera simple, con colores primarios (rojo y amarillo) que le daba un toque alegre, y un nombre común (El café de la Doña, con todo y el típico dibujito caricaturesco de una señora algo pasada de peso y con una enorme sonrisa). Miró su reloj nuevamente 6:35.

—Vaya que se me hizo tarde—pensó mientras entraba al lugar.

Dentro, empezó la inspección con su mirada de aquel sitio, se veía bastante común (si acaso los muebles estaban algo maltratados por el uso) tenía sillas, mesas y una barra en donde uno podía sentarse a pedir algo (todo de los mismos colores del exterior, excepto las paredes que eran de color blanco). No había mucha gente en el lugar (tal vez por la hora, o tal vez al negocio no le iba del todo bien), solo unos ancianos sentados en la barra tomando lentamente su café mientras leían el periódico y una mujer mayor sentada junto a su amiga, pero ni rastro de la chica o de alguien que lo llamara o se viera sospechoso.

—Tal vez ya se fue…bueno, de seguro me contactara despues— lo dijo con una voz casi inaudible, en un tono de resignación. De repente, salió una camarera con un traje amarillo con rayas negras y delantal y con el nombre de Lucy en una etiqueta.

—Véame en la parte de atrás en cinco minutos— le murmuro al oído la joven.

Le pareció sospechoso, pero la curiosidad era mayor que sus temores (y no pensaba bien por el cansancio) así que hizo lo que la chica le dijo y se dirigió a la parte de atrás del edificio.

Era un callejón sin salida, oscuro (esto a pesar de que ya había amanecido) y sucio, con botes de basura rotos, corroídos y llenos, ratas que corrían entre los desperdicios y cucarachas que se iban de un lado a otro en el piso, las paredes tenían pegados carteles (como si alguien fuera a ver algo ahí (sarcasmo)) y graffiti pintado (aunque en esa clase de lugares siempre los hay). En definitiva, no era el mejor lugar del mundo, y todo parecía indicar una trampa…así que disimuladamente puso su mano junto a su arma y espero…cada segundo sentía que su corazón latía mas fuerte…y entonces salió la chica por la puerta de servicio.

—Muy bien, ¿Qué es lo que tienes que decirme?, Lucy— dijo retadoramente al darse cuenta de que no había peligro…al menos por ahora.

—Perdone usted detective, pero mi nombre no es Lucy, es que soy nueva y me dieron el uniforme de la otra chica— dijo la chica en tonó tranquilo e hizo una pausa— ahora no puedo hablar, le dije a las 6:00 porque mi turno empieza a las 6:30 y enrealidad necesito el empleo, y por otras razones que no estoy en libertad de divulgar, lo único que puedo hacer para ayudarlo es darle el nombre de la chica, era Juana Gonzáles Cruz.

— ¿Tienes algo que ver con la muerte? — preguntó como queriendo ir al grano, sabiendo que ella estaba implicada directa o indirectamente. Porque si es así puedo llevarte por la fuerza para que digas todo lo que sabes —en realidad solo fanfarroneaba, sabía que no podía ni tenía intenciones de llevarla por la fuerza, aún así la tomo firmemente por el brazo, pero sintió un golpe que lo llevó directo hacía los basureros, todo pasó tan rápido que no tuvo tiempo ni de reaccionar.

—Discúlpeme señor, pero yo no soy culpable, se lo aseguro— dijo en un tono avergonzado mientras le ayudaba a Hector a levantarse. Cuando termine mi turno, véame en la florería que esta a tres calles de aquí, puede llevar micrófono si así lo desea, estaré haya como a las cinco de la tarde— dijo amablemente.

El detective asintió con la cabeza, y vio a la joven entrar al edificio. No le creía ni una palabra (aunque se veía bastante cooperativa, ¿Por qué entonces no lo quería acompañar a la comisaría?, y lo de “no estoy en libertad de divulgar” lo hacía mas sospechoso aún), pero aún estaba algo aturdido por el golpe y no pensaba con claridad, por lo que pensó mejor en no mover mas las aguas… al menos por el momento. Ahora lo único que quería era abandonar ese terrible lugar lo antes posible. Todavía le quedaba mucho por hacer, ver los informes de los forenses, llenar papeleo, investigar por más testigos, etc….bueno, al menos ahora tenía un nombre (aunque podría ser falso) y por ahí empezaría. Anotó todo en su pequeña libreta y se dirigió al coche. Una vez adentro bostezó y pensó:

—pero primero tengo que dormir…— y encendió el carro.
Volver arriba Ir abajo
Theurus Ningel

Theurus Ningel


Cantidad de envíos : 643
Fecha de inscripción : 20/03/2009

El caso imposible Empty
MensajeTema: Re: El caso imposible   El caso imposible EmptyJue Jul 23, 2009 5:42 pm

Parte IV

Parte IV

—Dormir…dormir…—era todo lo que Hector pensaba, no sabía la hora, pero sabía que si no dormía pronto su cuerpo desfallecería.

Puso la sirena de la policía y condujó lo mejor que pudo (casi atropella a varios peatones y choca un par de veces, además uso la sirena sin ser una emergencia, aunque para él lo era) hasta el edificio donde vive.

—Hogar…dulce hogar…—dijo en voz baja pero en un tono sarcástico, saludo al guardia, entró lentamente y se dirigió al elevador. Era el mismo elevador gastado y lúgubre de siempre, con solo verlo daba la impresión de que caería en cualquier momento. Presionó el botón de “subir” y esperó. Su cuerpo se tambaleaba, estaba a punto de desmayarse y lo sabía. Pasaron los minutos y el ascensor no bajaba…la puerta no abría. Un guardia bajo corriendo algo agitado.

—Lo siento señor, pero creo que el elevador se averió— dijo con voz agitada y con un tono de preocupación. —Creo que hay personas atrapadas allá arriba.

—No puede ser… esto no me puede estar pasando a mi— dijo con una voz de enojo e impotencia. Casi cayéndose se fue por las escaleras, empezó a subirlas lentamente, cada escalón mas difícil que el anterior y el pasillo parecía hacerse mas y mas estrecho, vivía en el 5to piso, y eso son muchos, pero muchos escalones, aunque agradecía no estar en el ultimo(piso 25)…para empeorar la situación el golpe del callejón le había torcido el tobillo y con cada escalada su dolor aumentaba… Por fin llegó a su habitación tomó las llaves y lentamente abrió la puerta. Su cuarto estaba igual de sucio que siempre, se tiró en la cama, ni siquiera se quitó los zapatos. Sonó el celular.

—Esto no es posible… ¿Porqué a mí Dios?, ¿Porqué no quieres que duerma? — gimió con lagrimas en los ojos. Contestó.

—Déjame adivinar, ya están los datos—dijo en tono serio, de enojo.

—Hector, se que eres tú— dijo una voz de mujer enfadada.

—Elma... y ahora ¿Qué demonios quieres? Ya me dejaste en la ruina por ese zángano que tienes de “amante” — gritó Hector con fuerza.

—Para tu información él ya me dejó, y tu no me has dado la pensión…te demandare si no me la das— dijo la mujer temblándole la voz, algo angustiada.

—Ya te lo deposité maldita sea…¡DEJAMÉ DORMIR! — grito desesperado y colgó el teléfono. Se acostó nuevamente, lentamente su cuerpo fue perdiendo peso y justo cuando estaba profundamente dormido, el celular volvió a sonar.

¡DÉJAME EN PAZ ELMA! — gritó en el altavoz con todas sus fuerzas.

¿Detective Pérez? — dijo otra voz femenina, la de Carmen.

Discúlpame Carmen, no he dormido bien— se disculpo avergonzado.

Ya están las pruebas y los reportes, es urgente que vengas a firmar inmediatamente— dijo Carmen en tono serio.

Esta bien… estaré allá en unos minutos— mintió descaradamente y colgó. Se recostó en su destartalada cama y se quedó profundamente dormido.
Volver arriba Ir abajo
Contenido patrocinado





El caso imposible Empty
MensajeTema: Re: El caso imposible   El caso imposible Empty

Volver arriba Ir abajo
 
El caso imposible
Volver arriba 
Página 1 de 1.

Permisos de este foro:No puedes responder a temas en este foro.
Utopia Medieval :: Espacios y Relatos-
Cambiar a: