Hogar de la nieve perpetua, frío oscuro y desconsolado, he aquí el que se ha creído por siglos el hogar de Tremere, el primero no maldito....El primer gran Brujo.
Escondido entre sus montañas se encuentra el Castillo del Olvido, imponente gobierna la vista hasta donde se pierde el horizonte.
Cuenta la leyenda que entre los muros de ese lugar surgieron los seres más apocalípticos que jamás se hayan visto sobre la tierra; el gran Brujo practicaba la magia de la Sangre, rituales y experimentos macabros que daban como resultado seres que bien morían al instante de nacer o por el contrario eran fuertes y duraderos...
Entre sus paredes en algún lugar escondido de los ojos impertinentes que lo buscan sin cesar, y encerrado bajo la llave de su propia sangre, custodiado por una serpiente sempiterna omnipotente, capaz de tragarse un ejercito entero y no quedar satisfecha; una serpiente de lava y sangre, se encuentra Penumbra, aquel que no sirve al bien ni al mal, solo a si mismo.
El más ingobernable de todos los Tronos vampiricos, aquel creado para gobernarlos a todos.