Utopia Medieval
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 Santa Inquisición: Selección Natural

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Leviatan

Leviatan


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MensajeTema: Re: Santa Inquisición: Selección Natural   Santa Inquisición: Selección Natural - Página 3 EmptyDom Dic 12, 2010 5:38 am

La historia de aquellos aventureros estaba por finalizar, sin embargo el desenlace aún no estaba claro. En tan pocos segundos habían pasado tantas cosas, las circunstancias habían cambiado de sobremanera de un instante a otro. El destino parecía jugar alegremente con los dados, agitándolos de arriba abajo, deleitándose con el preámbulo de su último lanzamiento.

El segundo proyectil cortó el aire con gran fuerza hasta impactar en el suelo perdiendo su potencial letalidad. El arquero había fallado y había perdido a su objetivo de vista, Luzbel al saltar hacia los bultos al mismo tiempo se había cubierto con ellos. El vigía chistó los dientes, ¿quién era el? ¿qué estaba pasando?, era demasiada casualidad, en aquel pobre y aburrido fuerte rara vez pasaba algo, y en menos de 2 horas un incendio había amenazado su estructura y un asesino se había infiltrado cual humedad a través de sus paredes. El hombre daba la voz de alerta pero pocos atendían, aún el fuego y los gritos caóticos buscando coordinación opacaban cualquier otro sonido.

El arquero comenzaba a caer presa de la desesperación, en ese momento decidió ir a avisar directamente al inquisidor y su guardia. Como quién cavila su plan observó el camino que debía tomar, y al finalizar, al observar su estación final la vió y se petrificó. Dos individuos mas habían irrumpido el fuerte, se enfrascaban en una lucha cuerpo a cuerpo con la guardia del inquisidor. Cuando sus ojos se posaron sobre aquella bella, pero poderosa mujer pudo observar el hermoso color carmesí de la sangre saltar cual volcán en erupción.

Jora había logrado su objetivo, el guardia al cual había atacado poco tuvo que hacer, apenas y escuchó sus pasos cuando era tarde. Al girarse sobre si mismo la amazona estaba ya sobre el. Intentó reaccionar propinando un sablazo horizontal, sin embargo en el último momento ella desapareció, era pequeña por tanto no hubo mayor problema para esquivar ese tipo de golpe. El hacha se impactó en primera instancia en la armadura del hombre, que de poco sirvió pues el golpe era fuerte, impactando justo en las rodillas resquebrajó la armadura y se clavo cruelmente en la carne. De un segundo a otro ese hombre había perdido la pierna. Un grito de agonía lo acompañó en su desplome.

Leviatan, apenas al observar el movimiento de la rubia, y como quien da por sentado el resultado de una acción se giró y derribo la puerta impactandola con el hombro sobre la marcha. El guardia embestido segundos antes se puso de pie para tratar de seguirle, sin embargo el grito desgarrador de su compañero llamó su atención. Empuño fieramente su Claymore y lanzó un golpe transervar descendente a su enemiga la cual se encontraba aún agachada.

Un golpe singular se abrió paso a través del aire para llegar a los oidos de Jora, una flecha se había clavado sobre la duela a apróximadamente a 3 metros de ella. Otra más se clavaba en la pared del edificio donde recidía el inquisidor. El arquero trataba de asesinarla a distancia, sin embargo su pulso temblaba, era la primera vez que estaba frente a una situación así, acababa de ver como un hombre perdía su pierna, el sudor recorría cada parte de su cuerpo helándolo de una desagradable manera.

Luzbel desde abajo podría observar como el arquero paso de el cambiando su objetivo, podía esconderse si así lod eseaba, sin embargo no había que realizar un cálculo demasiado complicado para averiguar quién era el nuevo objetivo del arquero.
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Luzbel Van Der Valls

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MensajeTema: Re: Santa Inquisición: Selección Natural   Santa Inquisición: Selección Natural - Página 3 EmptyDom Dic 12, 2010 8:54 am

Las tornas seguían cambiando de dirección, iban y venian caprichosas, la diosa fortuna a veces me sonreía y a veces me daba la espalda y en una de esas habia salido herido, no podía quejarme tomando en cuenta la suicida de la ofensiva en la que me había involucrado

Habia logrado ocultarme y perder a ese arquero y en la abadía la presencia de phobos y el fuego seguían dando sus frutos, pero era obvio que no seria suficiente, ese arquero no se quedaría de brazos cruzados y era mi misión ser una distracción y sabia que si no lo hacia bien correría en peligro la misión y por ende a Jora

Impulsado por aquel pensamiento me decidí a desclavarse la flecha, no era una herida mortal y la flecha no era muy larga, posiblemente guardando proporción con la estatura del arquero; pero si me mantenía inmóvil el brazo y ademas había usado todo mi poder mental en crear esos obeliscos, no creía tener tal concentración para poder quitármela; pero sabia que si se la dejaba se le infectaría, y ademas la idea de que Jora estuviese en peligro me produjo una severa y aguda angustia

Mire la saeta con un mirar atormentado, entre mas me lo pensaba, mas crecía mi ansiedad así que decidí sin mas preámbulos y con un brusco y estoico movimiento…

Agggggggggggggggggggggggg


Maldición, sabia que no debía gritar, podría haber previsto a alguien de mi posición, pero dolía demasiado, me retorcía como un saltimbanqui por el secular dolor, no era posible, no me imaginé que doliera tanto, era casi una sensación desconocida a esos niveles, luego el hormigueo, me paralizó esperando que cesara la irradiación tormentosa que se aguzaba que abarcaba todo el hombro y parte del pecho que escoriaba y ulceraba…pasaron unos minutos y pude superar la crisis, y la angustìa se habia tornado en rabia, tome la flecha ensangrentada, con la firme determinación de meterle esa misma saeta a mu agresor halla donde en esas areas donde no suele dar el sol

Me asome por uno de los bultos pero me di cuenta que ya no estaba, ¿Estaría oculto? No ya no estaba, no entendía como se había movido de ahí. Quizás había una escalera del otro lado., seguramente iba por munición y alertar a los demás, debía de adelantarme e interceptarlo o me echaría todo a perder la distracción



Corri lo mas rapido que pude entre las columnas del atrio intentasndo que esta vez no me viera nadie, no volvería a confiarme por mas desordenada y turbulenta que viera la situación
Corria a veces en zigzag a veces me arrastraba, mi hombro siempre me reclamaba, si estuviera Jora conmigo ya me hubiera hecho un torniquete de forma brusca y tosca, del cual me quejaría pero silenciosamente agradecería

Pasando al siguiente atrio pude a ver a Jora en las alturas de un segundo piso dando cuenta de un soldado vi que un alfeñique con un estoque se lanzaba sobre ella y vi como ella ya lo había visto, el sujeto había sido lento en su ataque y ella tenia demasiadas ofensas y defensas desde su posición pero otra vez el maldito vigiá que anteriormente me había atacado, ahora sobre de ella, en otra circunstancias le gritaría que se lanzara pro el barandal y y emprendiéramos una graciosa huida pero eso podría a echar a perder toda la misión, mejor había que darle al arquero un nuevo arco con el cual entretenerse

Luzbel: ¡Joraaa a cubierto detrás de ti!

No podía atacar desde ahí no todavía pero intente proyectar con mi Quimerismo la imagen de otra Jora con inesperada irrupción atacando al arquero mientras corría me concentraba, esperaba que el dolor el cansancio y el haber usado mi poder para crear esos obeliscos no mermara la calidad de mi ilusión

Otra Jora, otra Jora atacando al arquero….

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Jora

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MensajeTema: Re: Santa Inquisición: Selección Natural   Santa Inquisición: Selección Natural - Página 3 EmptyDom Dic 12, 2010 2:41 pm

La sangre amazona respondió al certero golpe. La potencia de mi brazo, frenada por la carne del guardia, me hizo proferir un gruñido salvaje y victorioso que unido a la luna oscura, la sangre chorreante por mi brazo y mi sonrisa macabra me harían ver como una auténtica desquiciada. Pero no importaba, estaba disfrutando la caza y sabía que aún no se había terminado.

Leviatán había desaparecido de mi campo de visión pero eso ya daba igual, una vez derramada la vida de un contrincante, no me detendría hasta saberme vencedora, y eso iba a hacer. Tenía todo planeado en mi mente, aún estaba sobre el suelo y podría usar eso en mi beneficio para atacar al segundo con alguna patada baja...

Pero mis planes se vieron destruidos cuando otro zumbido rasgó el aire, esta vez demasiado cerca de mi oído como para no distraerme. Miré la punta de hierro que destruía la pared y la perforaba, dejando visible en ella una saeta perfectamente propulsada en mi dirección. Seguí su trayectoria a la inversa hasta divisar entre las sombras el resplandor de una armadura delatada por los rayos de Phobos. Allí estaba el arquero, y estaba dispuesto a acabar conmigo.

Unido a ello, el otro guardia había salido de la conmoción y se abalanzaba sobre mí con un tajo transversal, no tuve mucho tiempo para pensar. Solté el hacha y rodé hacia un lado para apartarme del campo de acción del claymore. Aún agazapada sobre el suelo, escuché un grito que rompió mis esquemas una vez más. La concentración de la lucha se resquebrajó cuando la voz de Luzbel entró en escena, mis ojos escudriñaban la oscuridad, había sonado más cerca de lo que creía... pero dónde, ¿dónde estaba?

Apreté los dientes y saqué mis dos cuchillos curvos. Todas mis armas eran pesadas a excepción de esas dos hojas, y ahora necesitaba toda mi rapidez y la potencia de mis piernas para salvarme de dos atacantes. En ningún momento me asusté, pero la cadena de acero que había bloqueado cualquier pensamiento ajeno a la batalla en mi mente, se había roto con el grito del plateado, ahora tendría que olvidarme de él y, si los dioses supiesen, lo difícil que era si quiera emprender ese objetivo...

Lo primero era deshacerme del guardia, y después protegerme de las flechas, pues aunque las segundas me daban un pequeño margen de protección – al parecer el arquero no era muy experto, o bien el miedo le corroía.- el guerrero podría perseguirme allá donde me escondiera. Tenía una situación de funambulista frente a mí, por un lado un combate a corta distancia, por otro un bombardeo de flechas. Luzbel abajo y Leviatán ocupado en sus propias narices, estaba claro que sólo contaba con mis dos cuchillos para salir viva de allí.

Me arrastré por el suelo lo mas rápido que me permitieron los músculos en tensión de mis piernas, hasta el hombre derribado. Por su espalda, abracé su tórax por debajo de sus brazos y con un gruñido de esfuerzo lo levanté para usarlo de escudo contra las flechas.

Era grande y pesaba demasiado para sostenerlo mucho tiempo, pero estaba segura de que cualquier proyectil impactaría sobre su cuerpo y no contra el mío.... Mientras lo arrastraba palpé su armadura, visualizando mentalmente las ranuras entre ellas, estaba estudiándola para saber dónde atacar a su compañero, quien portaba un armamento idéntico. Mi espalda dio contra la pared, parecía estar rodeada, pero no era así.

A la vez, ese escudo servía para el guerrero del mandoble pues era un muro de contención sobre el cual, estaba segura de que no tendría inconvenientes en clavar su arma... Su compañero aún estaba vivo, pero la necedad del dogma de los guardianes les permitía matarse entre ellos frente al riesgo de peligro, qué gran barbarie... ¿y luego decían que las amazonas eran primitivas? Eso no era lo importante. Estaba jugando con su lentitud, pues yo misma muchas veces tenía esa gran desventaja y conocía perfectamente los puntos débiles de armas pesadas y grandes: proferir un sablazo contra mí le costaría un tiempo precioso, tiempo en el que me daría tiempo de soltar el cuerpo del guardia y dirigir mis cuchillas a las ranuras de su armadura, las cuales ya había estado averiguando en esos segundos que me costó arrastrar el cuerpo de guardia herido.
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Leviatan

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MensajeTema: Re: Santa Inquisición: Selección Natural   Santa Inquisición: Selección Natural - Página 3 EmptyJue Dic 16, 2010 5:28 am

Aquella noche se había vuelto mas caótica de lo esperada, los supersticiosos lo adjudicarían a la inesperida aparición de aquella luna maldita, protectora de los señores de la oscuridad. Tal vez era cierto, o tal vez asi estaba destinado a terminar aquella noche, en medie del fuego, la sangre y la muerte.

Luzbel se movía velozmente y con una agilidad sobresaliente, hubo quien lo vió pasar, sin embargo lo confundió con una sombra, uno de esos miedos internos que se proyectan en la oscuridad debido a la inseguridad o la sucia conciencia y los cuales tratamos de obviar para no caer en la locura al lidiar con criaturas sobrenaturales, espectros o fantasmas.

Luzbel perdía una cantidad considerable de sangre mientras andaba, entre mas rápido se movía mas rápido su corazón bombeaba el vital liquido desperdiciándolo por aquella herida. Al ver a su amada en peligro realizó un ultimo esfuerzo, empujado por la desesperación de verse sin ella, aún sin fuerzas, con una herida abierta, lo intentó. Canalizó su energía en dirección al arquero.

Era ilógico pensar que después de haber proyectado semejante ilusión una hora antes aún le restaran fuerzas para poder sostener otra, por mínima que fuera. Empero, la fuerza de los amantes, nunca es lógica. Como destellos apareció una figura que el arquero vió de reojo justo cuando se disponía a lanzar otra saeta; el susto le obligó a desviar la dirección de la flecha. Se giró sobre si mismo y no encontró nada. Sentía su propia sangre circular por sus venas, helada como hielo, sus piernas apenas le sostenían, nunca había estado en una situación igual no sabía que hacer.

Otra vez la vió, aparecía y desaparecía, era la misma mujer que se encontraba peleando en aquel atrio, el arquero confundiendo el quimerismo de Luzbel con locura terminó por sucumbir ante la confusión, dejó el arco, bajó de la atalaya y buscó desesperado una forma de salir de ahí. Brazas incandecentes danzaban en el aire, el viento había arreciado de una manera inesperada levantando las llamas y convirtiendolas en verdadera olas de fuego que impactaban en la empalizada como impacta el mar bravío en los peñascos.

Por otro lado Jora seguía luchando, era fuerte y lista, tenía recursos y los utilizaba bien. Tomó por debajo de los brazos al guardia amputado, aún estaba vivo y conciente, pero la cantidad de sangre perdida le volvía un trapo a manos de la amazona. Dentro de la habitación Leviatan había encontrado su objetivo.

Un hombre de unos cincuenta años, regorderte y calvo, se encontraba ataviado en una bata de color púrpura y corriendo de un lado a otro haciendo sus maletas, había decidido huir aún antes de saber el desenlace de aquel incendio, tenía planeado abandonar a sus hombres a su merced. El regordete juez se extrañó al ver a Leviatan.

-Q... Quien eres tú...-

Leviatan no se molestó en contestar, enfundó su espada y se acercó a el, confundido no corrió simplemente se encogió frente a la figura del Lord Oscuro. Lo tomo por su bata y lo empujó a la salida.

-Pero que crees que...-

No hubo de terminar su frase cuando observó el panorama carmesí, sangre y fuego mezclados en un cuadro bastante bizarro. A decir verdad Leviatan también hubo de sorprenderse, su plan se había desmoronado, no había contado nunca con la distracción tan eficaz de Luzbel, todo estaba sumido en una caótica danza que terminaría bastante mal. Observó a Jora, tendida en el piso con un ensangrentado guerrero sirviendole de escudo.

Jora tenía planeado soltar en el último minuto a su escudo y atacar al hombre que portaba la Claymore, sin embargo, obvio el hecho de que el guardia que portaba como muñeco aún estaba vivo. Haciendo un último acopio de fuerza sujetó los brazos de Jora mientras obervaba con mirada decidida a su compañero, estaba resuelto a morir, lo haría a efectos de la herida o colgado de una soga días después pues no habría de vivir incompleto, un guerrero amante de las batallas y el acero no podría verse atado a una muleta toda su vida.

La claymore resplandeció en un verde bastante asqueroso propociado por la luz de aquella luna. Leviatan entonces lo entendió, así tenía que ser, su campaña comenzaría con la muerte y así habría de termianr algún día.

De entre sus ropas sacó su daga de Mytril y de un solo tajo, sin explicación algun degollo al inquisidor el cual perdió la vida sin siquiera entender el por que. Un mar de sangre le cubrió, a la par Leviatan lo arrojó fuertemente en contra del guardia que se disponía a acabar con Jora. Este se sobresaltó al ver a su lider cubierto en sangre.

- Ya no tienes por que pelear, la inquisición aquí ha desaparecido. Ahora debes elegir, morir aquí o vivir un día mas.-

El hombre se vió de pronto sin razón de ser, el se debía a la inquisición, pero el representante de la misma yacía a sus pies en un charco de sangre. Y así fue como eligió su vida ante su orgullo. Sin mediar palabra dió media vuelta y partió, con una sola cosa en mente, sabía que algún día les volvería a ver en otras circunstancias y entonces les asesinaría.

Jora se vió libre de la sujeción del moribundo, pues este último había perdido ya la conciencia. Pronto moriría. Leviatan se acercó a ella y le tendía la mano.

- Hemos de huir, aqui todo ha terminado, el fuego se encargara del resto.-

Y emprendieron la huida, debía bajar y regresar sobre sus pasos ahora con Luzbel con ellos.
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Jora

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MensajeTema: Re: Santa Inquisición: Selección Natural   Santa Inquisición: Selección Natural - Página 3 EmptyJue Dic 16, 2010 8:38 pm


Estaba agotada, con suerte tendría la rapidez necesaria para dar esa última estocada... Las piernas me temblaban bajo el peso del hombre, era un varón fuerte y alto, y aunque mi fuerza también fuese considerable no podía con el cansancio, que me estaba obligando a clavar las rodillas en tierra.

El calor de las llamas era traído por el viento con un sofoco angustioso, los mechones de pelo pegados a mi nuca y las perlas de sudor por el esfuerzo y la tensión de saber si viviría o moriría aquella noche, solo ayudaban a esa sensación fatal. Respiraba agitada y apreté los dientes mirando con ojos cautos al atacante, quien me había visto, y venía efectivamente a por mí.

Pero en un solo instante todo fue demasiado rápido.

Las flechas dejaron de acosarme, pude ver por el rabillo del ojo que esa armadura que me había alertado de la posición del arquero había desaparecido. Sonreí para mí misma, al fin un golpe de gracia... Pero no acababa todo ahí. El desaparecido Leviatán había salido de la estancia, ahí era donde lo había perdido de vista... traía consigo un hombre, no pude mirarlos con detalle puesto que mi concentración se centraba en el guerrero del mandoble, no podía ponerme a mirar hacia atrás.

Sólo vi sangre por el rabillo del ojo, un chorreón de sangre que brilló de forma extraña bañada por la luz verduzca de la luna, ella que todo lo enrarecía y alienaba. En un instante no tuve que esforzar más mi visión, el hombre – muerto- había caído frente a mí y por ende frente a mi oponente en pie. Éste pareció dudar, miraba al cuerpo yacente de su señor con ojos de descrédito, parecía que esa visión no habría sido posible en su mente, algo estaba cambiando dentro de él... No lo supe por ningún tipo de magia o fuerzas paranormales, era una simple humana.. pero era guerrera, y conocía ese rostro, cuando pierdes el Norte y todas las razones por las que te has instruido en la lucha, y por las que has estado escalando hasta lo mas alto, se desmoronan ante ti en menos de un día...

Quise decirle algo al hombre que ahora nos daba la espalda y se marchaba, pero para él era parte de los que había acabado con su futuro, no tenía más que hacer. El peso entre mis brazos era cada vez mayor, y es que el hombre al que había amputado la pierna había perdido el conocimiento, pero aún no moría. Miré su pierna y sentí dolor al verle, ya no era su lucha y tampoco la mía, habíamos conseguido nuestro objetivo (debo decir que más a mi manera que la que había propuesto Leviatán con su diplomacia). Ese hombre ya no era mi enemigo. Me deshice de él y lo dejé en el suelo, ahora que no sentía... Deshice las ataduras de su coraza y dejé su pecho libre para, con un golpe seco y certero, clavar mi puñal en su corazón y hacerle descansar de una vez por todas.

Por unos instantes me quede mirándolo, su rostro no era doloroso puesto que estaba inconsciente antes de mi acto, así era mejor. Entró en mi campo de visión la mano que me cedía el guerrero oscuro y, al verle, algo brilló tras él. Era Highlander, la katana de Luzbel que le habían hurtado. Como un resorte, saqué mi propia arma del corazón del hombre muerto, gateé por el sucio suelo llenándome las rodillas de arena, que se pegaba por culpa del sudor y la sangre, ignorando por completo el ofrecimiento del hombre.

Tomé mi propia hacha, la que había soltado para librarme de la muerte, y entonces me puse en pie, corriendo. Alcancé la katana y me aventuré escaleras abajo en busca de mi amado. No sabía cómo le había ido, si estaría herido.. debía estarlo, recordaba el brillo escarlata en sus ropas desde la lejanía. Miré hacia todos lados, tratando de escuchar o ver algo, pero todo era caos. No sabría decir qué fue, pero me hizo encontrarlo, y la sorpresa llegó al ver la sangre que emanaba de él.

_ ¡Luzbel!

Corrí hacia él y ante cualquier demostración de cariño pasé su brazo por encima de mi hombro y le rodeé la cintura para hacer que se apoyara en mí. No había tiempo de carantoñas, era hora de irse como había dicho Leviatán. Esperé que estuviésemos los tres reunidos para emprender la huida y, una vez a salvo, curar la herida de mi guerrero plateado.
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Luzbel Van Der Valls

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MensajeTema: Re: Santa Inquisición: Selección Natural   Santa Inquisición: Selección Natural - Página 3 EmptyVie Dic 17, 2010 4:18 am

Con la alegría que solo posee, aquel escapado del aniquilamiento, de quien se libra de la pesadez del silencio y la oscuridad supremas. El lord vio satisfecho como se consumaba la ultima de sus alucinaciones producidas de aquella noche.

Se había esforzado tanto que pensó que ya podría producir una alucinación nunca mas, había roto la línea, y quien sabe si podría volver a traspasarla otra vez. Se sentía como si hubiera roto todos los sellos, como si fuera un espejo roto

Lo había conseguido, si ¿pero a que precio?

La herida volvía a sangrar, La hemostasis anterior no había sido suficiente, volvió a seguir haciendo presión, pero no paraba de sangrar, el lord estaba presa del pánico, ¿Porque no paraba? Y el debilitamiento que conllevaba agrava el cuadro, no pudo ver como sus compañeros terminaban con el resto de los enemigos presentes, solo los vio huyendo bajando por las escaleras, no estaba muy seguro si habían triunfado o fracasado

Solo supo le dio júbilo ver a su amada bajando por las escaleras, el mismo no se lo podia creer, luzbel aquel Dandy seductor en quien era hábito el engaño, incentivo la infidelidad y necesidad el olvido, había quedado atrás y ahora solo era un guerrero profundamente enamorado de una amazona

En medio de su conmoción, sus nervios se entusiasmaron distendiéndose, tampoco noto el hecho de que apareció lo perdido, su amazona oportunamente había recuperado su preciada Highlander arrebatándola de manos profanas

Solo respondió con una sonrisa a su llamado y trato de poner su mejor cara y apretar su mano en le hombro tratando de aparentar estar lo mejor posible, no queria preocuparla, y realmente se sintió mucho mejor cuando ella se ofreció como apoyo, rara vez le gustaba sentirse como un invalido o un lisiado pero aquella noche acepto su ayuda con muchísimo gusto

En cuanto Leviatán Bajo corrieron detrás de el, la herida dejo se sangrar un poco

Las espadas regresarían a sus fundas, la noche descalzaría sus botas de metal, tanta sangre que se llevaría el rió aquella noche

Quizás cuando encuentren todas las razones quizás encuentren otro camino, otro tiempo

Cuando cambien todas las temporadas en sus vidas, quizás haya una próxima vez

Ya se vería que tal fiel les seria ese sendero o que tan fieles, serian ellos a el
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Leviatan

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MensajeTema: Re: Santa Inquisición: Selección Natural   Santa Inquisición: Selección Natural - Página 3 EmptyLun Dic 20, 2010 4:55 am

Enmedio de tanta conmosión le causo un desconcierto tal la forma en que ella gateó hasta encontrar la espada perdida de su amado, Leviatan no la había identificado hasta que ella la tomó como una reliquia, como algo tan sangrado que el tocarlo fuera pecado. Conocía los efectos del amor, el nucna había estado enamorado pero había visto suficientes personas morir en nombre de ese ideal como para darse una idea de lo que significaba. Empuño su mano y entonces partieron.

Al bajar se encontraron con Luzbel, Jora lo ayudo a andar, realmente no tenían mucho de que apresurarse, no había quien les persiguiera, todos estaban lejos ya, las llamas consumían lo que la tiranía había construido, todo tan rápido que hasta parecía absurdo. Lograron salir antes de que los trozos de madera incandecentes los cubrieran, de a poco se comenzaban a convertir en cenizas.

Partieron, de nuevo a lomo de sus caballos, el sol en el horizonte la daba un transfondo a aquella llamarada que se veía a lo lejos. Todo terminaría en nada, un bulto opaco en el suelo. La gente de los alrededores no tendrían que doblegarse mas, no habría a quién pagar tributo, podrían disfrutar de su propio esfuerzo. Por lo menos durante un tiempo.

Leviatan se acercó a sus compañeros de golpe, los observó, se convenció en ese momento que no habría podido conseguir mejor equipo en ningún lugar, habían sido tan buenos que su plan había cambiado de forma radical durante la misión, simplemente no esperaba aquel desempeño. Se de entre la silla del caballo sacó dos bolsas mas, contenían una gran cantidad de piezas de oro, se las entregó sin preámbulos, sin más, se lo habían ganado, era todo.

- Es lo que pactamos... si desean obtener más tendrán que esperar a que el fuego termine su obra, en el fuerte habra interesantes riquezas que estoy seguro nadie les peleara.-

Acomodó de nuevo su silla y montó.

- Esta noche han comenzado algo grande, es mi deber decirselo, es probable que en el futuro nos volvamos a encontrar, y entonces sabrán realmente de que han sido parte, sabrán a que edificación corresponde la piedra que han colocado este día.-

Hizo una reverencia con su cabeza y entonces partió. Sin más, se pardió con el sol a sus espaldas.

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