Con sólo saber que existes
No sé porqué, pero sonrío, solo con pensar en ti, no es necesario ni siquiera tenerte cerca.
No tengo noción del porqué pero eres capaz de levantar mi ánimus aun cuando ni siquiera haces nada para que sea así.
A menudo recuerdo tus caricias y mi piel se estremece, se eriza, y me recorre un escalofrío aún sin que estés aquí.
Y paso las horas pensando qué haré cuando te tenga cerca, cuando tu olor se desprenda dulcemente de tu cuello y no sean las moléculas del viento las que me traigan en la lejanía, un pequeño ápice que me haga pensar de nuevo en ti.
A veces, me siento en la arena del cálido desierto, y sin darme a penas cuenta escribo varias veces tu nombre, enlazado con el mío…
Me sonrojo, imperceptiblemente sólo con recordar momentos que tal vez ni siquiera hayamos vivido, que tal vez solo sean mis deseos que se deslizan por mi imaginación y me parecen sueños tan reales que parecen haber ocurrido en mí.
Y me da igual, hay poco que hacer, hay poco que decir porque eres tan libre y me perteneces tanto como el aire que llena mis pulmones y me da la vida, para desaparecer de mí unos segundos después aún sin que yo quisiera evitarlo.
Eres sangre, la que se mueve por todo mi cuerpo, la que significa que ahí empieza y acaba el existir, porque no quiero nada si no lo puedo compartir contigo.
Y si dicen de mí locura, o si comentan de mi ser o no ser… ¿Qué más me da? Si yo sé lo que quiero sentir contigo, y me sobra el mundo porque mi mundo eres tú…
Dedicado a todos aquellos que tenemos a alguien en la mente, que da igual que no esté delante cuando nos hace sonreír… porque somos felices solo con saber que existe… como yo lo soy cuando me lees tú.